Historia
La historia de GB-Rugs, Giovanni Bersanetti Alfombras, inicia en Padua en 1978
La historia de GB-Rugs nace en el 1978 en una cochera de Padua, con en el bolsillo sólo un sueño empresarial. La actividad de salida no fue el comercio pero el lavado de las alfombras. No hubo el web y tampoco dinero; para conquistar un po’ de clientes consumí las teclas de una pequeña máquina que escribir Olivetti. Después de un par de años puse junto a una bonita lista de tiendas y artesanos que sus clientes me dirigieron y necesité personal. Entre éste también asumí un iraní que me introdujo en el mundo de la alfombra oriental.
Inicié a apreciar estas manufacturas, observando de ello cualidades y defectos, haciendo comparaciones entre calidad, procedencias, precios, etcétera Me convierto en un po’ una manía. Adquirí alfombras por mí, sobre todo antiguos, también haciendo alguna locura. Tanto que me encontré con un centenar de trozos después de algunos años, espléndidos y caros. En aquel período de los años ’80, la vieja sede ya no fue suficiente; tuve que encontrar absolutamente un espacio más idóneo. Decididos de tomar un espacio externo por las alfombras y nació así la galería en Prato della Valle, la más gran plaza de Europa. La tienda también fue óptimo para la venta de alfombras: tuvo cuatro grandes escaparates. Luego hice la exposición en la parte anterior y sobre el fondo las restauradoras se vieron al trabajo.
Después de una decena de años, con el laboratorio y la tienda en lugares diferentes, se puso pesado seguir ambos y, en el 2002, decididos de crear una única sede: vendetti laboratorio y tienda y adquirí una sede en zona industrial, a dos pasos del centro y de la casilla de autopista de Padua-este, dónde ahora somos. Los clientes ya no habrían tenido que buscar aparcamiento, yo ya no habría tenido que correr porque alguien estaba esperándome, el personal habría estado disponible en un único lugar sin pérdidas de tiempo. En el 2003 fue puesto online el nuestro primer sitio y nos dados enseguida cuenta que fue apreciado, a pesar de las fotografías no fueran muy bonitas y que llevó un notable número de clientes. Hoy, somos al tercer sitio y entre no muy partirá el cuarto. De una actividad artesanal local, trabaja ahora y vendemos en todo el mundo.